The Ghastly Love of Johnny X:
Johnny X y su rebelde banda de delincuentes adolescentes del espacio exterior (llamada para abreviar los “Ghastly Ones”), han sido exiliados al planeta tierra hasta que paguen por sus crímenes espaciales. Ya ubicados en la soleada California, persiguen a la misteriosa, e igualmente peligrosa, femme fatale llamada Bliss. Ella le ha robado a Jonhnny su posesión más preciada: el extraño traje con poderes mágicos conocido como “traje de resurrección”. Con él, Johnny puede controlar a cualquier persona contra su voluntad.
Para capturar a la sexy bandida, nuestro protagonista formara una alianza junto al despiadado promotor musical King Clayton, que solo desea usar el traje para resucitar a la leyenda del rock Mickey O’Flynn. Por desgracia, todo se complica cuando O’Flynn vuelve a morir obligando intervenir a Johnny con un propósito oscuro: traer de nuevo al escenario al gran O’Flynn, desde la mismísima tumba para dar el concierto de lo macabro más espectacular que jamás viese el planeta Tierra.
¿Un musical? ¿Una comedia? ¿Un tributo a la ciencia ficción post-Hiroshima? ¿Zombis? ¿Rockabillies from outer space? ¿Surf y chicas guapas? Por favor, que alguien me de cachetes hasta que se pele las manos. Esta bien, lo sé, poco terror emana del trailer de la psicodélica (aulambabuluba balambambú) The Ghastly Love of Johnny X, pero nadie puede negar que estamos ante el sueño de cualquier “friki” hecho realidad. Una cinta californiana – puramente californiana, y no es un hecho baladí –, rodada en blanco y negro con uno de los últimos rollos Kodak (R.I.P.) de 35 mm. que existen (aunque sus productores insisten en que ha sido rodada en Ghastlyscope), esta superproducción independiente – dos millones de pavos para una cinta de estas características casi suena derroche, pero viendo su acabado, creo que los aficionados lo vamos a “gosar” – promete trasladarnos a un mundo alternativo donde la música de los cincuenta, la gomina y los rayos cósmicos resucitadores son el pan de cada día. No sé vosotros, pero a mi me ha emocionado desde su el surrealismo de su sinopsis hasta el encanto de su póster y esos foto cromos coloreados a mano (los cuales podéis disfrutar sobre estas líneas).
Y la mente criminal tras semejante pecado se llama Paul Bunnell, un director que jamás salió de California y que desde la tierna infancia ha rodado casi exclusivamente cortometrajes amateurs; no en vano se rumorea que nació entre las butacas de un cine mientras proyectaban El mundo está loco, loco, loco y El profesor Chiflao. Vertiendo todo su amor por el cine “trash”, que animó su infancia y juventud, ha creado un rendido homenaje al cine de los cincuenta sin ningún tipo de compromiso con el espectador. Queda claro que Johnny X nace como mero placer culpable y una excusa para divertirse con los amigos.
Así lo demuestra la presencia de muchas estrellas uderground dentro del elenco: desde el protagonista principal, Will Keenan (muy asociado a la Troma, lo pudimos ver como Tromeo o en El Vengador Tóxico 4, Terror Firmer…), hasta el mismo Reggie Bannister (el encantador heladero de Phantasma); pasando por dos viejas luminarias del cine de toda la vida. Ni más ni menos que el fantástico secundario Kevin McCarthy, que tuvo su momento de gloria en la primera versión de La invasión de los ultracuerpos y el consabido momento de simpática decadencia en Ghoulies III, hombre que ahora luce su gorrito a lo DEVO con bastante prestancia. A su lado también contamos con el incansable Paul Williams, actor y músico al que debemos, entre otras decenas, las geniales canciones de una auténtica obra maestra del musical: El fantasma del Paraíso (1977, De Palma).
Sus responsables dicen: “Elegantes números musicales aderezados con toneladas de genuino humor e inocentes giros arguméntales. ¡¡El único romance musical oscuro de ciencia-ficción cómica que necesitas ver este año!!”
El publico masculino responde: “La villana de la función resucitó mi entrepierna dormida. ¡Los zombis nunca fueron tan falsos!”
Las chicas dijeron al salir del cine: “Ese joven criminal me hizo olvidar a Jude Law, tengo agujetas en las caderas por seguir su ritmo.”
La prensa acusó: “Estos chicos nunca serán hombres de provecho. R’n’r, surf, chicas, fiesta y ahora… ¡ahora Johnny X!”
El terrible Sluggo bramó: “Sluggo quiere Johnny X, muerte, destrucción, naves espaciales… ¿¡Cuando diablos se estrena?
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