Gmail - Typing ? in Gmail (when not in a input field) gives you a cheat sheet of all available key commands.
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miércoles, 28 de marzo de 2012
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martes, 27 de marzo de 2012
El breve pero ingenioso intento de conseguir financiación en KickStarter para comprar KickStarter
El breve pero ingenioso intento de conseguir financiación en KickStarter para comprar KickStarter:
¡Autorreferente al límite! Tal y como cuentan en Motherboard, Eric Moneypenny intentó crear un «proyecto de financiación colectiva» en el sitio de moda, KickStarter, para comprar el propio KickStarter.
Su idea era conseguir 19 millones de dólares.
Dicha idea fue fulminantemente decapitada.
# Enlace Permanente
¡Autorreferente al límite! Tal y como cuentan en Motherboard, Eric Moneypenny intentó crear un «proyecto de financiación colectiva» en el sitio de moda, KickStarter, para comprar el propio KickStarter.Su idea era conseguir 19 millones de dólares.
Dicha idea fue fulminantemente decapitada.
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El mercado de películas por streaming legal ya es más grande que el de DVDs y Blu-rays en EEUU
El mercado de películas por streaming legal ya es más grande que el de DVDs y Blu-rays en EEUU:
El crecimiento del mercado de streaming online es apabullante, más del doble del año pasado a éste. Las cifras estimadas para este año en EEUU hablan de 3.400 millones de visionados por streaming, mucho más que los 1.400 millones del año pasado y que incluso la estimación de 2.400 millones que supondrán los soportes físicos como el DVD y el Blu-ray. González Macho, va a ser que nos está contando una milonga.
Estos datos totalmente esperanzadores provenientes de EEUU, indican que no es que la gente consuma menos legalmente, sino mucho más, ya que la cifra total de visionados sumando el streaming y el soporte físico es este año de 5.800 millones frente a los 4.000 millones del pasado.
Por lo tanto choca radicalmente con lo dicho por el actual presidente de la Academia de Cine Española, González Macho, que en su último discurso dijo que “Internet no es una alternativa económica para el cine”.
¿Por qué no está pasando lo mismo en España? Pues simplemente porque no hay suficientes ofertas legales patrías, y las que lo han intentado provenientes de fuera se han ido corriendo al ver los pagos desorbitados de derechos que se les pedía.
No es que en España seamos los peores, casos parecidos y con todo tipo de productos se dan por todo el mundo, por ejemplo Alemania tiene muchísimas limitaciones con respecto a los sistemas de streaming de música.
Total, que al final los que se quejan de lo mal que va su industria, son los que se la están cargando por su propia cabezonería y falta absoluta de adecuación a los nuevos tiempos. Y de paso, se intentan cargan la libertad de internet con leyes absurdas.
Señor Macho, yo no sé si para usted la solución no se llama internet porque su portal filmin no se haya comido un rosco, pero está claro que si la industria cinematográfica sigue por este camino, para los ciudadanos españoles parece que la solución tendrá que llamarse proxy. [Bloomberg]
El crecimiento del mercado de streaming online es apabullante, más del doble del año pasado a éste. Las cifras estimadas para este año en EEUU hablan de 3.400 millones de visionados por streaming, mucho más que los 1.400 millones del año pasado y que incluso la estimación de 2.400 millones que supondrán los soportes físicos como el DVD y el Blu-ray. González Macho, va a ser que nos está contando una milonga.
Estos datos totalmente esperanzadores provenientes de EEUU, indican que no es que la gente consuma menos legalmente, sino mucho más, ya que la cifra total de visionados sumando el streaming y el soporte físico es este año de 5.800 millones frente a los 4.000 millones del pasado.
Por lo tanto choca radicalmente con lo dicho por el actual presidente de la Academia de Cine Española, González Macho, que en su último discurso dijo que “Internet no es una alternativa económica para el cine”.
¿Por qué no está pasando lo mismo en España? Pues simplemente porque no hay suficientes ofertas legales patrías, y las que lo han intentado provenientes de fuera se han ido corriendo al ver los pagos desorbitados de derechos que se les pedía.
No es que en España seamos los peores, casos parecidos y con todo tipo de productos se dan por todo el mundo, por ejemplo Alemania tiene muchísimas limitaciones con respecto a los sistemas de streaming de música.
Total, que al final los que se quejan de lo mal que va su industria, son los que se la están cargando por su propia cabezonería y falta absoluta de adecuación a los nuevos tiempos. Y de paso, se intentan cargan la libertad de internet con leyes absurdas.
Señor Macho, yo no sé si para usted la solución no se llama internet porque su portal filmin no se haya comido un rosco, pero está claro que si la industria cinematográfica sigue por este camino, para los ciudadanos españoles parece que la solución tendrá que llamarse proxy. [Bloomberg]
Dos complements que ens ajudaran a millorar les nostres contrasenyes
Dos complements que ens ajudaran a millorar les nostres contrasenyes:
Quan ens registrem a un lloc web hem d’utilitzar una contrasenya difícil de predir per algú que ens conegui (i que no ens conegui), ha de ser única per a aquell lloc i l’hem d’anar canviant sovint. Per al primer requisit ja fa temps vam comentar alguns trucs per escollir una bona contrasenya i avui us presentarem dues extensions que ens permetran solucionar els dos darrers.
La primera es diu Password Reuse Visualizer i ens mostra en forma de graf els llocs webs on estem registrats amb la mateixa contrasenya. De manera que si hi ha molts nodes connectats significa que tenim la mateixa contrasenya en massa webs.
La segona es diu Password Age Visualizer i el seu objectiu és mostrar-nos l’antiguitat de les contrasenyes i marcar-nos de color vermell les que fa més de 200 dies que no canviem.
Quan ens registrem a un lloc web hem d’utilitzar una contrasenya difícil de predir per algú que ens conegui (i que no ens conegui), ha de ser única per a aquell lloc i l’hem d’anar canviant sovint. Per al primer requisit ja fa temps vam comentar alguns trucs per escollir una bona contrasenya i avui us presentarem dues extensions que ens permetran solucionar els dos darrers.
La primera es diu Password Reuse Visualizer i ens mostra en forma de graf els llocs webs on estem registrats amb la mateixa contrasenya. De manera que si hi ha molts nodes connectats significa que tenim la mateixa contrasenya en massa webs.
La segona es diu Password Age Visualizer i el seu objectiu és mostrar-nos l’antiguitat de les contrasenyes i marcar-nos de color vermell les que fa més de 200 dies que no canviem.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Convierte tu smartphone en mando de cámara DSLR con Trigger Happy
Convierte tu smartphone en mando de cámara DSLR con Trigger Happy:
Hace unos meses os hablamos del sistema Triggertrap para controlar el disparador de tu cámara DSLR. Pues bien, ahora llega un nuevo sistema, Trigger Happy, que permite aprovechar las capacidades y sensores de tu smartphone para controlar tu cámara con tan sólo un cable especial y una sencilla aplicación.
El sistema por tanto se divide en dos, por un lado un cable de un metro con un procesador de señal que permite la conexión del puerto de la cámara con el puerto 3,5 mm de audio del smartphone.
Luego por otro lado una aplicación compatible tanto para iOS como para Android. Y es que Trigger Happy busca la mayor compatibilidad posible, permitiendo usarlo no sólo con esos dos sistemas operativos, sino también con la mayoría de las cámaras de todo tipo de marcas gracias a 4 versiones diferentes del cable.
Entre las diferentes funciones se encuentran múltiples modos de disparo: simples, múltiples, time-lapse, larga exposición, modo HDR… pero también el uso del móvil para disparar al detectar movimientos, luz, caras, sonidos… Incluso cuenta con cables para controlar 2 o 3 cámaras simultáneamente.
Aunque se trata de un proyecto Kickstarter al que le queda más de un mes para terminar la recogida de fondos, ya llevan más del doble de los 25.000 dólares que necesitaban para empezar, por lo que su fabricación y comercialización está asegurada.
Cuando salga a la venta valdrá 50 dólares, un poco caro pero se lo perdonamos por la enrome utilidad que tiene. Lo cierto es que la única pega que le podemos poner es que se hayan olvidado de Windows Phone. [Kickstarter]
Hace unos meses os hablamos del sistema Triggertrap para controlar el disparador de tu cámara DSLR. Pues bien, ahora llega un nuevo sistema, Trigger Happy, que permite aprovechar las capacidades y sensores de tu smartphone para controlar tu cámara con tan sólo un cable especial y una sencilla aplicación.
El sistema por tanto se divide en dos, por un lado un cable de un metro con un procesador de señal que permite la conexión del puerto de la cámara con el puerto 3,5 mm de audio del smartphone.
Luego por otro lado una aplicación compatible tanto para iOS como para Android. Y es que Trigger Happy busca la mayor compatibilidad posible, permitiendo usarlo no sólo con esos dos sistemas operativos, sino también con la mayoría de las cámaras de todo tipo de marcas gracias a 4 versiones diferentes del cable.
Entre las diferentes funciones se encuentran múltiples modos de disparo: simples, múltiples, time-lapse, larga exposición, modo HDR… pero también el uso del móvil para disparar al detectar movimientos, luz, caras, sonidos… Incluso cuenta con cables para controlar 2 o 3 cámaras simultáneamente.
Aunque se trata de un proyecto Kickstarter al que le queda más de un mes para terminar la recogida de fondos, ya llevan más del doble de los 25.000 dólares que necesitaban para empezar, por lo que su fabricación y comercialización está asegurada.
Cuando salga a la venta valdrá 50 dólares, un poco caro pero se lo perdonamos por la enrome utilidad que tiene. Lo cierto es que la única pega que le podemos poner es que se hayan olvidado de Windows Phone. [Kickstarter]
The Ghastly Love of Johnny X
The Ghastly Love of Johnny X:
Johnny X y su rebelde banda de delincuentes adolescentes del espacio exterior (llamada para abreviar los “Ghastly Ones”), han sido exiliados al planeta tierra hasta que paguen por sus crímenes espaciales. Ya ubicados en la soleada California, persiguen a la misteriosa, e igualmente peligrosa, femme fatale llamada Bliss. Ella le ha robado a Jonhnny su posesión más preciada: el extraño traje con poderes mágicos conocido como “traje de resurrección”. Con él, Johnny puede controlar a cualquier persona contra su voluntad.
Para capturar a la sexy bandida, nuestro protagonista formara una alianza junto al despiadado promotor musical King Clayton, que solo desea usar el traje para resucitar a la leyenda del rock Mickey O’Flynn. Por desgracia, todo se complica cuando O’Flynn vuelve a morir obligando intervenir a Johnny con un propósito oscuro: traer de nuevo al escenario al gran O’Flynn, desde la mismísima tumba para dar el concierto de lo macabro más espectacular que jamás viese el planeta Tierra.
¿Un musical? ¿Una comedia? ¿Un tributo a la ciencia ficción post-Hiroshima? ¿Zombis? ¿Rockabillies from outer space? ¿Surf y chicas guapas? Por favor, que alguien me de cachetes hasta que se pele las manos. Esta bien, lo sé, poco terror emana del trailer de la psicodélica (aulambabuluba balambambú) The Ghastly Love of Johnny X, pero nadie puede negar que estamos ante el sueño de cualquier “friki” hecho realidad. Una cinta californiana – puramente californiana, y no es un hecho baladí –, rodada en blanco y negro con uno de los últimos rollos Kodak (R.I.P.) de 35 mm. que existen (aunque sus productores insisten en que ha sido rodada en Ghastlyscope), esta superproducción independiente – dos millones de pavos para una cinta de estas características casi suena derroche, pero viendo su acabado, creo que los aficionados lo vamos a “gosar” – promete trasladarnos a un mundo alternativo donde la música de los cincuenta, la gomina y los rayos cósmicos resucitadores son el pan de cada día. No sé vosotros, pero a mi me ha emocionado desde su el surrealismo de su sinopsis hasta el encanto de su póster y esos foto cromos coloreados a mano (los cuales podéis disfrutar sobre estas líneas).
Y la mente criminal tras semejante pecado se llama Paul Bunnell, un director que jamás salió de California y que desde la tierna infancia ha rodado casi exclusivamente cortometrajes amateurs; no en vano se rumorea que nació entre las butacas de un cine mientras proyectaban El mundo está loco, loco, loco y El profesor Chiflao. Vertiendo todo su amor por el cine “trash”, que animó su infancia y juventud, ha creado un rendido homenaje al cine de los cincuenta sin ningún tipo de compromiso con el espectador. Queda claro que Johnny X nace como mero placer culpable y una excusa para divertirse con los amigos.
Así lo demuestra la presencia de muchas estrellas uderground dentro del elenco: desde el protagonista principal, Will Keenan (muy asociado a la Troma, lo pudimos ver como Tromeo o en El Vengador Tóxico 4, Terror Firmer…), hasta el mismo Reggie Bannister (el encantador heladero de Phantasma); pasando por dos viejas luminarias del cine de toda la vida. Ni más ni menos que el fantástico secundario Kevin McCarthy, que tuvo su momento de gloria en la primera versión de La invasión de los ultracuerpos y el consabido momento de simpática decadencia en Ghoulies III, hombre que ahora luce su gorrito a lo DEVO con bastante prestancia. A su lado también contamos con el incansable Paul Williams, actor y músico al que debemos, entre otras decenas, las geniales canciones de una auténtica obra maestra del musical: El fantasma del Paraíso (1977, De Palma).
Sus responsables dicen: “Elegantes números musicales aderezados con toneladas de genuino humor e inocentes giros arguméntales. ¡¡El único romance musical oscuro de ciencia-ficción cómica que necesitas ver este año!!”
El publico masculino responde: “La villana de la función resucitó mi entrepierna dormida. ¡Los zombis nunca fueron tan falsos!”
Las chicas dijeron al salir del cine: “Ese joven criminal me hizo olvidar a Jude Law, tengo agujetas en las caderas por seguir su ritmo.”
La prensa acusó: “Estos chicos nunca serán hombres de provecho. R’n’r, surf, chicas, fiesta y ahora… ¡ahora Johnny X!”
El terrible Sluggo bramó: “Sluggo quiere Johnny X, muerte, destrucción, naves espaciales… ¿¡Cuando diablos se estrena?
Johnny X y su rebelde banda de delincuentes adolescentes del espacio exterior (llamada para abreviar los “Ghastly Ones”), han sido exiliados al planeta tierra hasta que paguen por sus crímenes espaciales. Ya ubicados en la soleada California, persiguen a la misteriosa, e igualmente peligrosa, femme fatale llamada Bliss. Ella le ha robado a Jonhnny su posesión más preciada: el extraño traje con poderes mágicos conocido como “traje de resurrección”. Con él, Johnny puede controlar a cualquier persona contra su voluntad.Para capturar a la sexy bandida, nuestro protagonista formara una alianza junto al despiadado promotor musical King Clayton, que solo desea usar el traje para resucitar a la leyenda del rock Mickey O’Flynn. Por desgracia, todo se complica cuando O’Flynn vuelve a morir obligando intervenir a Johnny con un propósito oscuro: traer de nuevo al escenario al gran O’Flynn, desde la mismísima tumba para dar el concierto de lo macabro más espectacular que jamás viese el planeta Tierra.
¿Un musical? ¿Una comedia? ¿Un tributo a la ciencia ficción post-Hiroshima? ¿Zombis? ¿Rockabillies from outer space? ¿Surf y chicas guapas? Por favor, que alguien me de cachetes hasta que se pele las manos. Esta bien, lo sé, poco terror emana del trailer de la psicodélica (aulambabuluba balambambú) The Ghastly Love of Johnny X, pero nadie puede negar que estamos ante el sueño de cualquier “friki” hecho realidad. Una cinta californiana – puramente californiana, y no es un hecho baladí –, rodada en blanco y negro con uno de los últimos rollos Kodak (R.I.P.) de 35 mm. que existen (aunque sus productores insisten en que ha sido rodada en Ghastlyscope), esta superproducción independiente – dos millones de pavos para una cinta de estas características casi suena derroche, pero viendo su acabado, creo que los aficionados lo vamos a “gosar” – promete trasladarnos a un mundo alternativo donde la música de los cincuenta, la gomina y los rayos cósmicos resucitadores son el pan de cada día. No sé vosotros, pero a mi me ha emocionado desde su el surrealismo de su sinopsis hasta el encanto de su póster y esos foto cromos coloreados a mano (los cuales podéis disfrutar sobre estas líneas).
Y la mente criminal tras semejante pecado se llama Paul Bunnell, un director que jamás salió de California y que desde la tierna infancia ha rodado casi exclusivamente cortometrajes amateurs; no en vano se rumorea que nació entre las butacas de un cine mientras proyectaban El mundo está loco, loco, loco y El profesor Chiflao. Vertiendo todo su amor por el cine “trash”, que animó su infancia y juventud, ha creado un rendido homenaje al cine de los cincuenta sin ningún tipo de compromiso con el espectador. Queda claro que Johnny X nace como mero placer culpable y una excusa para divertirse con los amigos.
Así lo demuestra la presencia de muchas estrellas uderground dentro del elenco: desde el protagonista principal, Will Keenan (muy asociado a la Troma, lo pudimos ver como Tromeo o en El Vengador Tóxico 4, Terror Firmer…), hasta el mismo Reggie Bannister (el encantador heladero de Phantasma); pasando por dos viejas luminarias del cine de toda la vida. Ni más ni menos que el fantástico secundario Kevin McCarthy, que tuvo su momento de gloria en la primera versión de La invasión de los ultracuerpos y el consabido momento de simpática decadencia en Ghoulies III, hombre que ahora luce su gorrito a lo DEVO con bastante prestancia. A su lado también contamos con el incansable Paul Williams, actor y músico al que debemos, entre otras decenas, las geniales canciones de una auténtica obra maestra del musical: El fantasma del Paraíso (1977, De Palma).
Sus responsables dicen: “Elegantes números musicales aderezados con toneladas de genuino humor e inocentes giros arguméntales. ¡¡El único romance musical oscuro de ciencia-ficción cómica que necesitas ver este año!!”
El publico masculino responde: “La villana de la función resucitó mi entrepierna dormida. ¡Los zombis nunca fueron tan falsos!”
Las chicas dijeron al salir del cine: “Ese joven criminal me hizo olvidar a Jude Law, tengo agujetas en las caderas por seguir su ritmo.”
La prensa acusó: “Estos chicos nunca serán hombres de provecho. R’n’r, surf, chicas, fiesta y ahora… ¡ahora Johnny X!”
El terrible Sluggo bramó: “Sluggo quiere Johnny X, muerte, destrucción, naves espaciales… ¿¡Cuando diablos se estrena?
Bad Channels
Bad Channels:
70 |100
Estrellas: 3
Una estación de radio emite el maratón rockero de Dan O’Dare, el polémico locutor del infierno. Para su sorpresa, aquel pequeño estudio pasará a convertirse en el centro de operaciones de un curioso extraterrestre que padece una incombustible obsesión por las féminas humanas. Sin saberlo, Dan y su hard rock infraproducido serán las herramientas usadas por el alienígena, y sus disfuncionales compañeros, para la consecución de sus aviesos objetivos.
Cuando en 1992 la gran mayoría de los españoles teníamos un ojo puesto la exposición internacional de Sevilla, y el otro sobre las olimpiadas de Barcelona, resulta que los extraterrestres cabeza de trufa (véase la sexta imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña) tenían su viciosa mirada concentrada en las esculturales curvas de las chicas estadounidenses. Desde luego, si existe vida inteligente más allá de esta bola de sinsabores, se trata de una civilización que nos lleva siglos de adelanto.
Y aunque ahora, veinte años después, el hombre occidental quiera dárselas de moderno con sus ipads, sus redes sociales y otras chorradas, resulta que seguimos sin conocer los secretos femeninos y como realizar el cortejo adecuadamente, ¿o queréis que os hable de algún programa de televisión de moda en la parrilla española? Sin embrago, los extraterrestres cabeza de trufa y sus robots parapléjicos (véase la segunda imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña) hace todo ese mismo montón de años que descubrieron un sencillo secreto: mezclar ondas hertzianas y un poquito de hard-rock, no falla, hasta las monjas de clausura oirán activarse los oxidados engranajes de sus vulvas.
Mediante su sofisticada varita mágica, con forma de espátula doblada y una linterna acoplada en la punta – que lo mismo te lanza un rayo eléctrico, te cubre de moho, que hipnotiza a las mozas casaderas –, y usando la antena de una estación de radio como amplificador, nuestro querido extraterrestre puede montar video-clipes de bajo presupuesto para sus victimas potenciales de secuestro (véase la tercera imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña).
Claro que el transporte siempre ha sido muy caro, no os digo cuantos litros de gasolina consume una nave especial de camino a Ganímedes. Pero los extraterrestres cabeza de trufa, que se las saben todas, idearon hace siglos un sistema para reducir cualquier objeto o ser vivo al tamaño de una miniatura y poder desplazarlo en cómodos vasos, y que si a mitad de camino te apetece un trago de refresco… pues ya sabes (véase la primera imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña).
Aunque los alienígenas del espacio exterior son seres muy sensibles. Vale, les gusta secuestrar chicas humanas de buen ver, pero fijaos lo bien que cuidan a sus mascotas musgoides. A los extraterrestres cabeza de trufa les encanta viajar de planeta en planeta con sus propias alimañas fungoides (véase la cuarta imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña). Unos simpáticos bichos probablemente parientes de Audrey II, sin gozar de su misma personalidad, por supuesto. Aunque toda criatura de más allá de la estratosfera tiene ciertas manías locales que siempre desentonan durante una invasión al uso:
¡Oye! Pero esto no puede ser, ¿cómo que se nos llevan a las mozas metidas en unos botes de cristal? ¡Encima a años-luz de aquí! Vaya drama, toda la tierra se va a terminar pareciendo al bonito pueblo de Plan. ¿Qué será lo siguiente? ¿Traer en un bus espacial “extraterrestras” cabeza de trufa solteronas? Pues alguien tendrá que hacer algo. A ver que héroes teníamos disponibles en 1992: Cobi no acertaría ni a mear dentro de la taza, Spiderman está demasiado ocupado jugando a los chinos con el Dr. Octopus y Superlópez no ha dejado de beber mojitos en el pabellón de Hawai desde que comenzó la Expo. Afortunadamente nos queda libre un tipo que no le tiene miedo a nadie, su piel con moreno de oficina se ha curtido en las emisoras más peligrosas de los E.E.U.U., su capacidad para soportar la polka es más legendaria aun que la de Steve Urkel. Ni más ni menos que Dan O’Dare, el único locutor de radio capacitado para emitir en la frecuencia 666 (véase la cuarta imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña).
Vamos a ver, Charles Band (genio y figura tras la archiconocida Full Moon), ¿qué carajo habías tomado el día que tuviste la idea para esta película? ¿Cómo convenciste al genial Culto de la Ostra Azul para realizar la banda sonora? ¿No les pagarías con copias del VHS? Sabes que te apreció y respeto como a uno de los papis de las “caspamovies”, pero aquí la cabeza te derrapaba. ¡Vaya película demencial! Casi se sale de los cánones de tu productora.
¡No! No me malinterpretes, por favor. Vale que tu productora no vivía los mejores tiempos, lejos quedaban las joyitas de la Empire (como mis veneradas Torok o Ghoulies), pero es que el diseño de producción de Bad Channels es peor que su título. ¡Claro! Bastante tenías con intentar producir tres películas al año para recaudar con que pagarle los vicios a Ted Nicolau. Sí, bueno, ¿para qué buscar otro director? Total, el muchacho ya lo hizo todo lo mal que pudo en Subespecies; además como había dirigido Terrorvision, de la que ésta tiene mucho de calco borroso, seguro que se sentía cómodo con las imitaciones de actores que le impusiste.
Ahora no vengas con excusas Charlie, ¿cómo que Jackson Barr destrozó tu idea original cuando terminó el libreto? ¡Qué forma de esquivar las balas! Si se trataba de un hombre de la “casa”: Robot Wars, Trancers III, Mandroid, Semilla Negra… Vale que acabaste por darle la patada, pero los actores podrían haber sido algo más que “cachocannes”. De acuerdo que todos os tomasteis Bad Channels a cachondeo… ¡por supuesto que la considero una comedia! Jodidamente bizarra, eso sí. No obstante ni Paul Hipp ni Martha Quinn es que hayan tenido carreras reseñables, aunque desde luego no hacía falta mucho “arte y ensayo” para sacar adelante la película.
¡Ja, ja, ja! ¡Sí! Un buen delirio en cuanto a efectos especiales – que diseños Charlie, ¡como te pasaste! –, mucho plástico, robots hechos con un Mecano, sobredosis de spray verde, rayos pintados directamente sobre el metraje y chicas guapas. ¿Para que quiere uno buenos actores con esos ingredientes? Ahí te faltó un poco más de picante, es gracioso saber que toda enfermera lleva lencería fina debajo del uniforme pero podrías haber llegado “un poco más lejos”. Al fin y al cabo se trata de una película que quiere reírse un poco a costa del “rock and roll”, y la buena música debe rebosar poderío sexual. ¡Coñe Charlie! ¿Qué tendrá que ver el poderío sexual con tomarte ahora veinte viagras? Nada, que la mona por mucho que se vista de seda…
¿¡Qué si me han gustado los video-clipes!? Bueno, no sé que decir. Igual de poco creíbles que son los abortos de actores están los “hard-rockeros” que interpretan los temas. Todo tiene un gusto tan propio de los ochenta, antes que de los 90 (te costó estrenarla, ¿eh?), que es imposible no dejarse llevar por su naturaleza “camp”. Ahora bien, te reconozco que el video que incluye doctores bailando samba, pacientes trepanados, payasos cyberpunks, clowns psicópatas disfrazados de vaca y una monja punteando una guitarra de flecha… bueno, bueno… momentazo psicotrópico, increíble, “alunizante”, una pasada… lo mejor de tu carrera, sin dudas.
Bueno, no te mosquees. De acuerdo, estaba siendo un poco irónico pero mira, te voy a ser sincero: si tuviese que puntuar tu película como una “película de verdad” le daría un cero. Así, sin tapujos. Pero… ¡no llores todavía tonto! ¡Si esto de hacer películas intelectuales está pasado de moda!… De verdad, que si yo puntuase por su validez como “caspamovie” igual le daba hasta más de ciento cuarenta. ¡Te lo juro! Mira, vamos a dejarlo más o menos en una nota media entre 0 y 140. Porque igual lee esta reseña alguien que no entiende de que va esto de las películas tan malas que se convierten en una experiencia imprescindible. Espera, ¿¡qué te de más puntos?! No majete. Le pesa demasiado ser una cinta pensada y planteada como una serie “b” directa para el público más alienado, es todo muy obvio e inmediato, ¿me entiendes?
Mira Charlie, confórmate sabiendo que has dejado a lo largo de tu carrera obras cumbres como ésta, porque ahora no vas a conseguir resucitar de tu miasma auto impuesto. Y por supuesto no se me olvida tu intento, algo patético si me permites la sinceridad, de propiciar un marco común para varias de tus películas de los noventa. Invito a que todos aquellos valientes, que solo quieran chorradas durante hora y veinte, se queden hasta después de los créditos. Así serán premiados con la única escena que proporciona cierta lógica y coherencia argumental a Bad Channels y a sus hermanitas de la época… pero esa conversación la seguiremos otro día, ¿te parece Charlie?
Lo mejor: Es tamaña la locura a nivel argumental, tan absurda y patética en lo demás, que si quieres ver una MALA película, te hipnotizará como si fueses un niño pequeño.
Lo peor: Lo relativo a que es un subproducto: si no tienes ganas de ver una MALA película puede que estampes tu sofá contra la televisión.
- Título original: Bad Channels
- Nacionalidad: Estados Unidos
| Año: 1992 - Director: Ted Nicolaou
- Guión: Jackson Barr
- Intérpretes: Robert Factor, Martha Quinn, Paul Hipp
- Argumento:Un alienígena, empeñado en abducir mujeres humanas, se hará con una estación de radio para conseguirlo, rock and roll mediante.
70 |100
Estrellas: 3
Una estación de radio emite el maratón rockero de Dan O’Dare, el polémico locutor del infierno. Para su sorpresa, aquel pequeño estudio pasará a convertirse en el centro de operaciones de un curioso extraterrestre que padece una incombustible obsesión por las féminas humanas. Sin saberlo, Dan y su hard rock infraproducido serán las herramientas usadas por el alienígena, y sus disfuncionales compañeros, para la consecución de sus aviesos objetivos.
Cuando en 1992 la gran mayoría de los españoles teníamos un ojo puesto la exposición internacional de Sevilla, y el otro sobre las olimpiadas de Barcelona, resulta que los extraterrestres cabeza de trufa (véase la sexta imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña) tenían su viciosa mirada concentrada en las esculturales curvas de las chicas estadounidenses. Desde luego, si existe vida inteligente más allá de esta bola de sinsabores, se trata de una civilización que nos lleva siglos de adelanto.
Y aunque ahora, veinte años después, el hombre occidental quiera dárselas de moderno con sus ipads, sus redes sociales y otras chorradas, resulta que seguimos sin conocer los secretos femeninos y como realizar el cortejo adecuadamente, ¿o queréis que os hable de algún programa de televisión de moda en la parrilla española? Sin embrago, los extraterrestres cabeza de trufa y sus robots parapléjicos (véase la segunda imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña) hace todo ese mismo montón de años que descubrieron un sencillo secreto: mezclar ondas hertzianas y un poquito de hard-rock, no falla, hasta las monjas de clausura oirán activarse los oxidados engranajes de sus vulvas.
Mediante su sofisticada varita mágica, con forma de espátula doblada y una linterna acoplada en la punta – que lo mismo te lanza un rayo eléctrico, te cubre de moho, que hipnotiza a las mozas casaderas –, y usando la antena de una estación de radio como amplificador, nuestro querido extraterrestre puede montar video-clipes de bajo presupuesto para sus victimas potenciales de secuestro (véase la tercera imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña).
Claro que el transporte siempre ha sido muy caro, no os digo cuantos litros de gasolina consume una nave especial de camino a Ganímedes. Pero los extraterrestres cabeza de trufa, que se las saben todas, idearon hace siglos un sistema para reducir cualquier objeto o ser vivo al tamaño de una miniatura y poder desplazarlo en cómodos vasos, y que si a mitad de camino te apetece un trago de refresco… pues ya sabes (véase la primera imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña).
Aunque los alienígenas del espacio exterior son seres muy sensibles. Vale, les gusta secuestrar chicas humanas de buen ver, pero fijaos lo bien que cuidan a sus mascotas musgoides. A los extraterrestres cabeza de trufa les encanta viajar de planeta en planeta con sus propias alimañas fungoides (véase la cuarta imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña). Unos simpáticos bichos probablemente parientes de Audrey II, sin gozar de su misma personalidad, por supuesto. Aunque toda criatura de más allá de la estratosfera tiene ciertas manías locales que siempre desentonan durante una invasión al uso:
¡Oye! Pero esto no puede ser, ¿cómo que se nos llevan a las mozas metidas en unos botes de cristal? ¡Encima a años-luz de aquí! Vaya drama, toda la tierra se va a terminar pareciendo al bonito pueblo de Plan. ¿Qué será lo siguiente? ¿Traer en un bus espacial “extraterrestras” cabeza de trufa solteronas? Pues alguien tendrá que hacer algo. A ver que héroes teníamos disponibles en 1992: Cobi no acertaría ni a mear dentro de la taza, Spiderman está demasiado ocupado jugando a los chinos con el Dr. Octopus y Superlópez no ha dejado de beber mojitos en el pabellón de Hawai desde que comenzó la Expo. Afortunadamente nos queda libre un tipo que no le tiene miedo a nadie, su piel con moreno de oficina se ha curtido en las emisoras más peligrosas de los E.E.U.U., su capacidad para soportar la polka es más legendaria aun que la de Steve Urkel. Ni más ni menos que Dan O’Dare, el único locutor de radio capacitado para emitir en la frecuencia 666 (véase la cuarta imagen de la secuencia de fotogramas que acompaña a esta reseña).
Vamos a ver, Charles Band (genio y figura tras la archiconocida Full Moon), ¿qué carajo habías tomado el día que tuviste la idea para esta película? ¿Cómo convenciste al genial Culto de la Ostra Azul para realizar la banda sonora? ¿No les pagarías con copias del VHS? Sabes que te apreció y respeto como a uno de los papis de las “caspamovies”, pero aquí la cabeza te derrapaba. ¡Vaya película demencial! Casi se sale de los cánones de tu productora.
¡No! No me malinterpretes, por favor. Vale que tu productora no vivía los mejores tiempos, lejos quedaban las joyitas de la Empire (como mis veneradas Torok o Ghoulies), pero es que el diseño de producción de Bad Channels es peor que su título. ¡Claro! Bastante tenías con intentar producir tres películas al año para recaudar con que pagarle los vicios a Ted Nicolau. Sí, bueno, ¿para qué buscar otro director? Total, el muchacho ya lo hizo todo lo mal que pudo en Subespecies; además como había dirigido Terrorvision, de la que ésta tiene mucho de calco borroso, seguro que se sentía cómodo con las imitaciones de actores que le impusiste.
Ahora no vengas con excusas Charlie, ¿cómo que Jackson Barr destrozó tu idea original cuando terminó el libreto? ¡Qué forma de esquivar las balas! Si se trataba de un hombre de la “casa”: Robot Wars, Trancers III, Mandroid, Semilla Negra… Vale que acabaste por darle la patada, pero los actores podrían haber sido algo más que “cachocannes”. De acuerdo que todos os tomasteis Bad Channels a cachondeo… ¡por supuesto que la considero una comedia! Jodidamente bizarra, eso sí. No obstante ni Paul Hipp ni Martha Quinn es que hayan tenido carreras reseñables, aunque desde luego no hacía falta mucho “arte y ensayo” para sacar adelante la película.
¡Ja, ja, ja! ¡Sí! Un buen delirio en cuanto a efectos especiales – que diseños Charlie, ¡como te pasaste! –, mucho plástico, robots hechos con un Mecano, sobredosis de spray verde, rayos pintados directamente sobre el metraje y chicas guapas. ¿Para que quiere uno buenos actores con esos ingredientes? Ahí te faltó un poco más de picante, es gracioso saber que toda enfermera lleva lencería fina debajo del uniforme pero podrías haber llegado “un poco más lejos”. Al fin y al cabo se trata de una película que quiere reírse un poco a costa del “rock and roll”, y la buena música debe rebosar poderío sexual. ¡Coñe Charlie! ¿Qué tendrá que ver el poderío sexual con tomarte ahora veinte viagras? Nada, que la mona por mucho que se vista de seda…
¿¡Qué si me han gustado los video-clipes!? Bueno, no sé que decir. Igual de poco creíbles que son los abortos de actores están los “hard-rockeros” que interpretan los temas. Todo tiene un gusto tan propio de los ochenta, antes que de los 90 (te costó estrenarla, ¿eh?), que es imposible no dejarse llevar por su naturaleza “camp”. Ahora bien, te reconozco que el video que incluye doctores bailando samba, pacientes trepanados, payasos cyberpunks, clowns psicópatas disfrazados de vaca y una monja punteando una guitarra de flecha… bueno, bueno… momentazo psicotrópico, increíble, “alunizante”, una pasada… lo mejor de tu carrera, sin dudas.
Bueno, no te mosquees. De acuerdo, estaba siendo un poco irónico pero mira, te voy a ser sincero: si tuviese que puntuar tu película como una “película de verdad” le daría un cero. Así, sin tapujos. Pero… ¡no llores todavía tonto! ¡Si esto de hacer películas intelectuales está pasado de moda!… De verdad, que si yo puntuase por su validez como “caspamovie” igual le daba hasta más de ciento cuarenta. ¡Te lo juro! Mira, vamos a dejarlo más o menos en una nota media entre 0 y 140. Porque igual lee esta reseña alguien que no entiende de que va esto de las películas tan malas que se convierten en una experiencia imprescindible. Espera, ¿¡qué te de más puntos?! No majete. Le pesa demasiado ser una cinta pensada y planteada como una serie “b” directa para el público más alienado, es todo muy obvio e inmediato, ¿me entiendes?
Mira Charlie, confórmate sabiendo que has dejado a lo largo de tu carrera obras cumbres como ésta, porque ahora no vas a conseguir resucitar de tu miasma auto impuesto. Y por supuesto no se me olvida tu intento, algo patético si me permites la sinceridad, de propiciar un marco común para varias de tus películas de los noventa. Invito a que todos aquellos valientes, que solo quieran chorradas durante hora y veinte, se queden hasta después de los créditos. Así serán premiados con la única escena que proporciona cierta lógica y coherencia argumental a Bad Channels y a sus hermanitas de la época… pero esa conversación la seguiremos otro día, ¿te parece Charlie?
Lo mejor: Es tamaña la locura a nivel argumental, tan absurda y patética en lo demás, que si quieres ver una MALA película, te hipnotizará como si fueses un niño pequeño.
Lo peor: Lo relativo a que es un subproducto: si no tienes ganas de ver una MALA película puede que estampes tu sofá contra la televisión.
viernes, 16 de marzo de 2012
Estadística inquietante: se acerca el día en que tu móvil será más grande que tu pene
Estadística inquietante: se acerca el día en que tu móvil será más grande que tu pene:
La cosa es así de triste: estamos cada vez más próximos al día en que el aparato más grande que sostengamos de forma habitual con nuestras manos tendrá pantalla táctil, cámara de fotos y conectividad WiFi en lugar de disponer de un solo ojo y un par de acumuladores de energía. No te rías, esto es cosa muy seria. Es la conclusión de un concienzudo estudio que ha tenido en cuenta el tamaño medio del pene humano y la evolución en los tamaños de los móviles.
Personalmente este asunto me afecta muy de cerca.
Si te fijas en la gráfica que ha elaborado John Herrman sobre el particular descubrirás que el día señalado para que ambos guarismos se crucen es el 2 de octubre. Justo el día de mi cumpleaños. ¿Qué deseo se puede pedir el día en el que estadísticamente nuestros móviles pasan a tener, de media, un tamaño mayor que nuestros penes?
Hubo un tiempo en que lo que molaba era que los móviles tuviesen un tamaño cada vez menor, hasta llegar a ejemplos como el Panasonic o el Samsung. Auténticos benjamines de la telefonía móvil en un tiempo en el que aún no “necesitábamos” enormes pantallas táctiles.
Pero con la evolución de los smartphones esta tendencia se ha invertido y actualmente llegamos a la circunstancia de que haya dispositivos (nos resistimos a llamaros móviles para no pulverizar la estadística de Herrman) como los Samsung Galaxy Note de 5″ o el Tab de 7″.
Si quieres ver la imagen a mayor tamaño la tienes aquí. Y en cuanto al tamaño medio de los smartphones que pondrá en jaque la relación pene-móvil según el estudio de John Herrman hablaríamos de 5,5″ (14,35 cms). Teníamos que llegar a esto. ─[FWD]
La cosa es así de triste: estamos cada vez más próximos al día en que el aparato más grande que sostengamos de forma habitual con nuestras manos tendrá pantalla táctil, cámara de fotos y conectividad WiFi en lugar de disponer de un solo ojo y un par de acumuladores de energía. No te rías, esto es cosa muy seria. Es la conclusión de un concienzudo estudio que ha tenido en cuenta el tamaño medio del pene humano y la evolución en los tamaños de los móviles.
Personalmente este asunto me afecta muy de cerca.
Si te fijas en la gráfica que ha elaborado John Herrman sobre el particular descubrirás que el día señalado para que ambos guarismos se crucen es el 2 de octubre. Justo el día de mi cumpleaños. ¿Qué deseo se puede pedir el día en el que estadísticamente nuestros móviles pasan a tener, de media, un tamaño mayor que nuestros penes?
Hubo un tiempo en que lo que molaba era que los móviles tuviesen un tamaño cada vez menor, hasta llegar a ejemplos como el Panasonic o el Samsung. Auténticos benjamines de la telefonía móvil en un tiempo en el que aún no “necesitábamos” enormes pantallas táctiles.
Pero con la evolución de los smartphones esta tendencia se ha invertido y actualmente llegamos a la circunstancia de que haya dispositivos (nos resistimos a llamaros móviles para no pulverizar la estadística de Herrman) como los Samsung Galaxy Note de 5″ o el Tab de 7″.
Si quieres ver la imagen a mayor tamaño la tienes aquí. Y en cuanto al tamaño medio de los smartphones que pondrá en jaque la relación pene-móvil según el estudio de John Herrman hablaríamos de 5,5″ (14,35 cms). Teníamos que llegar a esto. ─[FWD]
La Enciclopedia Británica deja de imprimirse en papel
La Enciclopedia Británica deja de imprimirse en papel:
Han pasado 244 años. Y 244 años son muchos para una enciclopedia que todavía permanece viva. Si habláramos de la Wikipedia esta sentencia nos parecería normal y hasta lógica. Y es que a estas alturas, las únicas cosas que nos parecen realmente perennes son las que están en formato digital. La cosa está en que hoy tenemos que referirnos a la celebérrima Enciclopedia Británica, la enciclopedia inglesa que se edita desde 1768 y que se ha convertido en un auténtico referente en el mundo lexicográfico y de la cultura en general. Sus artículos se han convertido en auténticas piezas museísticas, tanto por sus contenidos eruditos como por su estilo eminente, distinguido y literario. Pero la Enciclopedia Británica echa el cierre. Y lo echa a su edición en papel después de 244 años de haberse prodigado por el ancho mundo anglosajón. Así lo ha anunciado hoy Encyclopaedia Britannica, Inc, la compañía responsable de su edición.
Gana lo digital frente a lo clásico, lo tradicional, lo tangible. La responsable de este famoso compendio del saber ha anunciado a través de su página web que la Enciclopedia Británica ya no verá más la luz bajo los rodillos de la imprenta, puesto que nunca más se editará en papel. Los volúmenes que hasta ahora han copado bibliotecas de provecho, pasarán a mejor vida como piezas de museo, puesto que gran parte del texto contenido en sus entrañas dejará de actualizarse y de cobrar sentido en este mundo de revoluciones. Las mismas que han anclado en el pasado la fórmula de la Enciclopedia Británica. Desde hoy, la editora pone a disposición de sus clientes la Britannica online, completamente aderezada al gusto de un nuevo consumidor de información al minuto. Desde hoy y durante una semana, los internautas podrán consultar la Enciclopedia Británica de manera gratuita.
La última edición en papel de la Enciclopedia Británica se dio a conocer en 2010. Y aunque cuenta con los artículos actualizados que hablan sobre cuestiones del siglo XXI, para la gran mayoría el papel impreso y definitivo ha dejado de tener sentido. Los que quisieron adquirirla como lujo decorativo para salones de altura – no hay que olvidar que la Británica cuesta alrededor de 1.400 dólares, unos 1.100 euros al cambio actual – tendrán que decantarse por las piezas verdaderamente decorativas. De ahora en adelante, la editora centrará todos sus esfuerzos en completar los artículos de la enciclopedia con información mucho más viva y con nuevos contenidos multimedia, más ricos y nutritivos para un público completamente digitalizado.
Según The New York Times, el negocio de las enciclopedias en papel suponía para la empresa un misérrimo 1% de las ganancias, mientras que el 85% de los beneficios se obtenían a través de la venta de libros escolares. El resto se obtenía a través de suscripciones. En este sentido los números son de una claridad meridiana. El cambio de estrategia, dos siglos y medio después, incluso sano.
Fotos de: nishwater y bopuc
Leer noticia completa en La Enciclopedia Británica deja de imprimirse en papel
Han pasado 244 años. Y 244 años son muchos para una enciclopedia que todavía permanece viva. Si habláramos de la Wikipedia esta sentencia nos parecería normal y hasta lógica. Y es que a estas alturas, las únicas cosas que nos parecen realmente perennes son las que están en formato digital. La cosa está en que hoy tenemos que referirnos a la celebérrima Enciclopedia Británica, la enciclopedia inglesa que se edita desde 1768 y que se ha convertido en un auténtico referente en el mundo lexicográfico y de la cultura en general. Sus artículos se han convertido en auténticas piezas museísticas, tanto por sus contenidos eruditos como por su estilo eminente, distinguido y literario. Pero la Enciclopedia Británica echa el cierre. Y lo echa a su edición en papel después de 244 años de haberse prodigado por el ancho mundo anglosajón. Así lo ha anunciado hoy Encyclopaedia Britannica, Inc, la compañía responsable de su edición.
Gana lo digital frente a lo clásico, lo tradicional, lo tangible. La responsable de este famoso compendio del saber ha anunciado a través de su página web que la Enciclopedia Británica ya no verá más la luz bajo los rodillos de la imprenta, puesto que nunca más se editará en papel. Los volúmenes que hasta ahora han copado bibliotecas de provecho, pasarán a mejor vida como piezas de museo, puesto que gran parte del texto contenido en sus entrañas dejará de actualizarse y de cobrar sentido en este mundo de revoluciones. Las mismas que han anclado en el pasado la fórmula de la Enciclopedia Británica. Desde hoy, la editora pone a disposición de sus clientes la Britannica online, completamente aderezada al gusto de un nuevo consumidor de información al minuto. Desde hoy y durante una semana, los internautas podrán consultar la Enciclopedia Británica de manera gratuita.
La última edición en papel de la Enciclopedia Británica se dio a conocer en 2010. Y aunque cuenta con los artículos actualizados que hablan sobre cuestiones del siglo XXI, para la gran mayoría el papel impreso y definitivo ha dejado de tener sentido. Los que quisieron adquirirla como lujo decorativo para salones de altura – no hay que olvidar que la Británica cuesta alrededor de 1.400 dólares, unos 1.100 euros al cambio actual – tendrán que decantarse por las piezas verdaderamente decorativas. De ahora en adelante, la editora centrará todos sus esfuerzos en completar los artículos de la enciclopedia con información mucho más viva y con nuevos contenidos multimedia, más ricos y nutritivos para un público completamente digitalizado.
Según The New York Times, el negocio de las enciclopedias en papel suponía para la empresa un misérrimo 1% de las ganancias, mientras que el 85% de los beneficios se obtenían a través de la venta de libros escolares. El resto se obtenía a través de suscripciones. En este sentido los números son de una claridad meridiana. El cambio de estrategia, dos siglos y medio después, incluso sano.
Fotos de: nishwater y bopuc
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Impresionantes grabaciones de ninjas tomadas por una cámara RED Epic a bordo de un minihelicótero cuatrirrotor
Impresionantes grabaciones de ninjas tomadas por una cámara RED Epic a bordo de un minihelicótero cuatrirrotor:
Sólo faltan los gatetes. Este puede ser uno de los vídeos más vistos en Internet de todos los tiempos porque no le falta de nada. Hay ninjas en acción, ha sido grabado con cámaras RED Epic, estas iban a bordo de helicópteros y además estos eran cuatrirrotores manejados mediante radio control por un hábil piloto… ¿se puede pedir más?
Una nueva forma de efectuar rodajes dinámicos.
Olvídate de grúas, steady cams, travellings, dolly y compañía. Una cámara enganchada en un helicóptero de control remoto y un hábil piloto y la cámara realizará cualquier diablura siguiendo la acción, como ejemplifica el siguiente vídeo:
Pinche aquí para ver el vídeo
La calidad de la imagen queda fuera de toda duda gracias a las afamadas cámaras RED, en este caso el modelo Epic. Pero si además buscas unos edificios ruinosos y un par de ágiles ninjas que se peleen entre ellos la diversión y el espectátulo están servidos.
El vídeo es obra de los berlineses Omstudios. Para conseguir el vistoso resultado emplearon su propio Omcopter, que puede alcanzar una altura de hasta 150 metros, con los únicos límites de quedar dentro del campo de visión del operador de radio control. Como puedes ver la agilidad y fluidez de movimientos así como la suavidad que se transmite a la imagen resulta sorprendente y parece que será cuestión de (poco) tiempo que los estudios cinematográficos comiencen a emplear este tipo de técnica para los rodajes de grandes producciones.─[Vimeo vía NoFilmSchool]
Sólo faltan los gatetes. Este puede ser uno de los vídeos más vistos en Internet de todos los tiempos porque no le falta de nada. Hay ninjas en acción, ha sido grabado con cámaras RED Epic, estas iban a bordo de helicópteros y además estos eran cuatrirrotores manejados mediante radio control por un hábil piloto… ¿se puede pedir más?
Una nueva forma de efectuar rodajes dinámicos.
Olvídate de grúas, steady cams, travellings, dolly y compañía. Una cámara enganchada en un helicóptero de control remoto y un hábil piloto y la cámara realizará cualquier diablura siguiendo la acción, como ejemplifica el siguiente vídeo:
Pinche aquí para ver el vídeo
La calidad de la imagen queda fuera de toda duda gracias a las afamadas cámaras RED, en este caso el modelo Epic. Pero si además buscas unos edificios ruinosos y un par de ágiles ninjas que se peleen entre ellos la diversión y el espectátulo están servidos.
El vídeo es obra de los berlineses Omstudios. Para conseguir el vistoso resultado emplearon su propio Omcopter, que puede alcanzar una altura de hasta 150 metros, con los únicos límites de quedar dentro del campo de visión del operador de radio control. Como puedes ver la agilidad y fluidez de movimientos así como la suavidad que se transmite a la imagen resulta sorprendente y parece que será cuestión de (poco) tiempo que los estudios cinematográficos comiencen a emplear este tipo de técnica para los rodajes de grandes producciones.─[Vimeo vía NoFilmSchool]
lunes, 5 de marzo de 2012
[Humor] 3 mensajes no leidos
[Humor] 3 mensajes no leidos: ![[Humor] 3 mensajes no leidos](http://i243.photobucket.com/albums/ff135/Ubuntips/wallpapers/Ubuntips-new/unreadmessages.png)
3 mensajes no leidos
Via: imgur
... Leer más...[Humor] 3 mensajes no leidos es una entrada desde: Ubuntips
viernes, 2 de marzo de 2012
Etiquetas Mark Brothers para cables bien organizados
Etiquetas Mark Brothers para cables bien organizados:
Una nueva y simpática solución para esos cables que tienes por detrás del ordenador que parece aquello la selva africana y no extrañaría nada empezar a oír gritos a lo Tarzán. Convierte tus cables en trasuntos digitales de las lianas del hijo de la jungla mientras además te sirve para identificar a qué dispositivo corresponde cada uno de ellos mediante una etiqueta personalizada. Angawa, Chita.
Ha llegado ese temible día en que de repente el portátil de dice que le queda un 1% de batería mientras está realizando la copia de seguridad de ese documento en el que llevas trabajando toda la tarde.
Corres a contrarreloj tratando de identificar el cable que puedes desconectar de la regleta sin interrumpir la conexión del ordenador de sobremesa, el disco duro externo o el radiador (no está la cosa para pasar frío). Y esto no es como las películas, aquí no sirve lo de “corta el cable rojo” porque son todos iguales.
Sigues el recorrido de los cables que quizá puedas desenchufar sin mayores consecuencias pero te pierdes en esa maraña gordiana. Todo esto te lo ahorrarás con los etiquetadores de cables Mark Brothers, pequeñas piezas de plástico que simulan una figura humana abrazada al cable con un desproporcionado cabezón que sirve para que escribas en la etiqueta que portan el nombre del dispositivo al que proporciona energía el cable al que lo sujetes. Se acabó el anonimato cableril.
No es el primero de estos identificadores pero sí es uno de los más divertidos, al parecer pequeños acróbatas, funambulistas o tarzanetes a los que además de pintarrajearles la cara con el nombre del dispositivo les puedes dibujar pequeñas caritas que expresen el estado de ánimo.
Son ese pequeño gasto ($16 el pack de 5) del que no te acuerdas el día que miras detrás del mueble para buscar un cable y que te proporciona una sonrisa en un momento de agobio electrónico. ─[Animi Causa]
Récord mundial de dominó humano en la modalidad Colchón
Récord mundial de dominó humano en la modalidad Colchón:
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Nueva Orleans, cuna del jazz. 850 seres humanos se han unido para batir el récord de dominó humano cayendo sobre colchones. En su concepción original como juego de mesa, el dominó era una excusa inventada por los ancianos para reunirse en los bares, bucear en anís y comparar enfermedades la mayoría de veces imaginarias. Con los tiempos que corren, el juego ha ido decayendo y ahora es simplemente el centro neurálgico de una red de contrabando de sondas, pelotas pinchadas y nietos que no escuchan.
Volviendo al acto, la euforia ha sido máxima al caer la última pieza y, personalmente, creo que han batido otro récord, esta vez sin querer: el de la mayor cantidad de gente sobre colchones concentrada en un solo lugar sin acabar en una bacanal. Vamos, es que me parece inconcebible que no haya sucedido nada.
O a lo mejor sí ha sucedido algo y los medios nos lo están ocultando. Mirad el video y decidme si no se corta justo cuando un tipo se empieza a bajar la bragueta (0:49). Allí ha pasado algo y me lo he perdido.
Visto en Craze Base
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