El accidente de la central nuclear de Chernobil, el peor de la Historia (con permiso de Fukushima) ha dejado el corazón de Ucrania marcado bajo la amenaza atómica pero no es simplemente un recuerdo doloroso sino una realidad presente y constante. Hoy ha dado comienzo la construcción del nuevo sarcófago protector que protegerá las dañadas instalaciones al menos durante el próximo siglo. Cubrirá el actual cubo de acero y hormigón construido entonces por los soviéticos y costará más de mil millones de euros.
Una empresa de esa envergadura no puede acometerse en solitario, porque además no afecta únicamente a Ucrania.
Por esa razón la comunidad internacional se ha unido a un proyecto que sin lugar a dudas puede calificarse como faraónico por dimensiones, coste y esperanza de supervivencia. Si bien es cierto que muchas obras arquitectónicas se elevan del suelo con vocación de permanencia en el tiempo en este caso es imperativo que el sarcófago sea capaz de contener la radiación sin la más mínima fisura en su estructura durante por lo menoslos próximos 100 años.
La Unión Europea, Estados Unidos de América, Rusia, Japón y otros muchos países colaboran en las obras que han dado comienzo hoy y que se prolongarán hasta el año 2015. El nuevo contenedor tendrá forma de arco y unas dimensiones de 257 metros de longitud, 150 de anchura y 108 de altura.
Se construirá a unos 200 metros de la central y cuando esté terminado se deslizará por unos raíles hasta quedar situado sobre el reactor dañado, el número cuatro. Con todo la zona tampoco quedará totalmente segura cuando finalice esta obra dado que los otros tres reactores aún contienen combustible nuclear, lo que continúa siendo una potencial fuente de peligro. ─[AFP]
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